Elegir un colegio para nuestro hijo o nuestra hija es una de las decisiones más importantes que afronta una familia. Esta responsabilidad parece multiplicarse cuando éste tiene necesidades educativas especiales.
Cuando una familia tiene un bebé con discapacidad intelectual, surgen muchas emociones y dudas relacionadas con su futuro y, desde el minuto uno, las familias se ponen manos a la obra para buscar lo mejor para sus hijos: cuidados, terapias, profesionales…
5 claves para elegir el colegio de un niño con necesidades especiales
Llegado el momento de la escolarización, las familias desean encontrar el mejor colegio para sus hijos y es el momento de tener en cuenta algunos aspectos que abordamos en este artículo:
- Modalidad educativa: educación ordinaria o especializada.
Quizá esta sea la decisión más difícil a la que se enfrentan las familias en los primeros años de escolarización. Optar por Educación Ordinaria o Especializada es una decisión muy personal, en la que, obviamente, podemos y debemos valorar las experiencias de familiares, amigos y profesionales que siguen a nuestros hijos.
Pero, al final, somos nosotros como padres los que sabemos qué es lo más adecuado para él o ella en el momento en el que se encuentra.
Esto no significa que tomada la decisión no podamos cambiarla al pasar los años, pasando de una modalidad educativa a otra en función de las circunstancias y necesidades de nuestro hijo o hija en ese momento.
- Servicios necesarios para un niño con necesidades especiales.
Las familias de niños y niñas con necesidades educativas especiales en muchas ocasiones dedican su tiempo personal a las terapias que necesitan sus hijos. Estimulación, Logopedia, Fisioterapia…son algunas de las citas a las que estas familias acuden cada semana.
Contar con un colegio que ofrezca estos servicios en horario escolar no solo es beneficioso para el menor, sino que favorece la conciliación y vida familiar, ya que permite que los tiempos de ocio sean realmente para ir al parque, a jugar o realizar actividades en familia llevando una vida plenamente inclusiva.
- Ratios ajustadas del aula para la atención personalizada.
La dedicación y el tiempo que tutores y resto de profesionales puede dedicar a un niño depende mucho del número de alumnos por aula. Contar con ratios ajustadas es muy importante cuando nuestro hijo o hija tiene grandes necesidades de apoyo.
En esos casos, en los que se necesita un trabajo muy personalizado, es importante que el número de alumnos por aula lo más ajustado posible, y acorde a las capacidades y circunstancias de nuestro hijo.
Si, por ejemplo, tiene hipersensibilidad sensorial no será favorable que comparta aula con muchos niños, ya que podría causarle estrés o ansiedad. En caso de menores con dificultades en la comunicación, o el lenguaje verbal, será imprescindible que contemos con sistemas de apoyo y le dediquemos el tiempo necesario para asegurarnos de que el mensaje transmitido ha sido comprendido.
- Formación y vocación del equipo profesional del colegio
Un buen colegio lo hace un gran claustro. Contar con personal especializado y con vocación es fundamental a la hora de trabajar en Educación, más aún en la educación de niños con necesidades educativas especiales.
La Educación de niños con necesidades es una profesión en la que la voluntad de servicio, atención y cuidado en todas sus perspectivas está muy presente, atendiendo de forma personalizada a cada alumno, conociendo sus capacidades, circunstancias y trayectoria, para darle siempre la mejor formación.
- Que el colegio potencie la autonomía del niño con necesidades especiales
Como hablábamos al principio, una de las principales preocupaciones que tienen los padres de los niños con discapacidad es su futuro. Por ello, es muy importante contar con un colegio en el que se fomente y favorezca su autonomía. Ya sea en aspectos esenciales como el aseo, en el vestido o desvestido, la alimentación, o en otros con más complejidad como los desplazamientos, el uso de herramientas como la calculadora o el teléfono, el cuidado y limpieza del hogar…
Más allá de los aspectos comentados, para cada familia existirán una serie de cuestiones que tendrán importancia dadas sus circunstancias. ¿Necesitamos ruta? ¿Nos interesa que el colegio tenga cocina propia? ¿Deseamos que cuente con un servicio médico? ¿Valoramos la educación espiritual y emocional que reciba nuestro hijo? ¿Queremos que complete en un mismo centro todas sus etapas educativas? Diferentes cuestiones que no están tan relacionadas con el aspecto curricular, pero sobre las que como familia debemos reflexionar y solicitar información cuando valoremos un colegio para nuestro hijo o hija.
En definitiva, cuanto más seamos conscientes de los aspectos que como padres consideramos prioritarios, más fácil será tomar la decisión. Siempre con la garantía de que nuestras preferencias y necesidades pueden cambiar según nuestro hijo o hija va creciendo y desarrollándose.