Cualquier comienzo en nuestra vida es sinónimo de nervios, ilusión, pero también de miedo e inseguridad. El inicio de la etapa escolar es uno de los cambios más relevantes que los niños y niñas vivirán en su infancia. Por ello, es tan importante cuidar la acogida para lograr que tanto los alumnos como sus familias se sientan en “casa”.
En el Colegio de Educación Especial María Corredentora, nos esforzamos por cuidar la acogida de nuestros alumnos, de modo que su llegada a las aulas sea acompañada por sus familias. Un día después del inicio del curso, todo el grupo ya formado da la bienvenida al nuevo alumno o alumna.
En la etapa de Infantil, esta acogida se realiza con especial dedicación, ya que, en ocasiones, es la primera vez que los niños y niñas están escolarizados o que permanecen toda una jornada fuera de su entorno familiar.
Lograr que se sientan felices y seguros está estrechamente relacionado con la sensación de ser queridos, no solo por el profesor y el resto de los profesionales que interactúan con ellos, sino también por sus compañeros.
Para ello, en la etapa de Infantil, trabajamos desde el primer día para favorecer la interacción de los nuevos alumnos con sus compañeros y ayudarles a habituarse, poco a poco, a las nuevas rutinas que marcarán el curso escolar.
Estos pequeños hábitos, como saludarnos cantando en la asamblea, colocar nuestras fotografías y las de nuestros amigos en el colegio o en casa, o sacar el almuerzo al llegar a clase, nos ayudan a anticipar lo que sucederá, reduciendo así la ansiedad o nerviosismo que puede generar estar en un espacio nuevo.
4 sencillas acciones para trabajar la acogida en la etapa de Infantil
- Nos conocemos a través de canciones
La asamblea es un momento idóneo para darnos los buenos días, y si es a través de una canción, mucho mejor. De esta forma, además de aprender nuestro signo y el de nuestros amigos, aprendemos a expresar cómo nos sentimos cada día.
- Reconocemos nuestra imagen y la de los demás en las fotografías
Este gesto nos ayuda a reconocer nuestra identidad y la de quienes nos acompañan, asociando la imagen a un nombre y a la persona que tenemos al lado.
- Creamos vínculos de seguridad teniendo cerca la imagen de nuestra familia
Ver, tocar y acariciar la imagen de aquellos a quienes más queremos nos tranquiliza y nos ayuda a recordar que más tarde estaremos con ellos.
- Adoptamos sencillas rutinas, como quitarnos el abrigo, la mochila o guardar el desayuno De esta forma, conocemos los distintos elementos del aula, aprendemos a seguir sencillas instrucciones y podemos anticipar qué sucederá después.
En definitiva, en el Colegio María Corredentora trabajamos cada día para ofrecer a nuestros alumnos lo que necesitan en cada momento, cuidando el entorno, las interacciones con profesores y alumnos, y dotándoles de atención, cariño y profesionalidad, tanto dentro como fuera del aula, para conseguir su bienestar integral y su desarrollo como personas felices en todos los contextos.on profesores y alumnos, y dotándoles de atención, cariño y profesionalidad, tanto dentro como fuera del aula, para conseguir su bienestar integral y su desarrollo como personas felices en todos los contextos.