Educación infantil

Desde los 3 hasta los 6 años, los primeros aprendizajes curriculares se combinan con otras habilidades, tales cómo: la autonomía —en el cuidado personal, la alimentación, y desplazamiento—, la comunicación y el lenguaje, el desarrollo de habilidades sociales y la gestión de emociones.

En la etapa de Infantil, los alumnos tienen su primer contacto con el colegio, y todo el equipo trabaja para cuidar la acogida y lograr que vayan conociendo el espacio y a los profesionales poco a poco. Esto permite que se vayan habituando a las nuevas rutinas.

Aprender a identificar y expresar sus emociones y necesidades.
Conocer su propio cuerpo.
Establecer relaciones sociales en un entorno de igualdad.
Regular su comportamiento en juegos, rutinas y otras actividades presentadas por el adulto.
Avanzar en la comprensión de mensajes orales sencillos y cortos.
Descubrir diferentes formas de comunicación y representación, utilizando sus técnicas y recursos básicos, y de disfrutar con ellas.
Iniciar, poco a poco, el conocimiento de algunas manifestaciones culturales de su entorno, participando en ellas en la medida de lo posible.

En la etapa de Infantil, la tutora está acompañada durante la mayoría de la jornada de un auxiliar. Esto permite no sólo  una atención más personalizada en el aula, sino que también posibilita un mayor apoyo en momentos especiales como el aseo, la comida o el vestuario de la piscina.

La vinculación con las familias está muy presente a lo largo de toda la etapa, invitándoles a participar en el centro o desde casa en distintas actividades y momentos del curso.