Este domingo, 27 de octubre, se celebra el Día Mundial de la Terapia Ocupacional, una fecha que en el Colegio María Corredentora queremos aprovechar para poner en valor el papel tan importante que desarrollan los terapeutas ocupacionales en un colegio de Educación Especial.
Empecemos por el principio: ¿Qué es la Terapia Ocupacional? La terapia ocupacional es una profesión sociosanitaria que busca mejorar la autonomía y calidad de vida de las personas mediante la utilización de actividades terapéuticas.
En los colegios de Educación Especial, la labor del terapeuta ocupacional va más allá de mejorar la calidad de vida de los alumnos, promoviendo su inclusión y desarrollo integral. Para ello, el profesional aborda su aprendizaje y necesidades en todas las vertientes, facilitando su participación en actividades cotidianas, adaptando el entorno y utilizando herramientas específicas para mejorar su funcionalidad.
En el Colegio María Corredentora, estas herramientas y estrategias siguen el sistema de trabajo de todo el colegio, estando personalizadas al máximo. De esta forma, se apoya a cada alumno en lo que necesita, favoreciendo que superen barreras y mejoren su rendimiento escolar y social.
En definitiva, el terapeuta se asegura de quetodos los alumnos tengan las oportunidades necesarias para participar activamente en la vida escolar, lo que promueve una verdadera inclusión.
Evaluación individualizada y colaboración interdisciplinar, la clave del éxito
Para que la terapeuta del colegio María Corredentora pueda comenzar su trabajo, primero se necesita que haya una demanda de intervención. Esta puede venir de la familia, el orientador, el tutor…
Recibida esta demanda, se valora al alumno de forma personalizada, a través de observaciones estructuradas y no estructuradas, en diferentes entornos como en el aula, recreo, comedor, en la sala de terapia ocupacional, etc.
Una vez evaluado, la profesional decide si el alumno o la alumna precisa intervención directa, supervisión, recomendaciones o alguna adaptación del entorno o producto de apoyo. En el caso de que no precise terapia ocupacional, se hace la derivación al servicio correspondiente. Si necesita intervención directa, se informa a la familia y se hace una recogida de información mediante cuestionarios y entrevistas con las familias. Por último, se fijan los objetivos con un plan de intervención personalizado.
En ocasiones, este puede pasar, como se ha señalado por la realización de adaptaciones en el entorno. Estas pasan en ocasiones por modificaciones en el aula, como el uso de materiales sensoriales, mobiliario adaptado, productos de apoyo y técnicas de regulación emocional. Algunos ejemplos son: cintas elásticas en las patas de las sillas, asientos propioceptivos o áreas de descanso sensorial.
Estas estrategias no solo benefician a los estudiantes con dificultades sensoriales, sino que también crean un ambiente de aprendizaje más positivo y productivo para todos. Una regulación sensorial adecuada permite a los niños estar más presentes y concentrados en sus tareas, lo que a la larga favorece la autoestima y la autonomía de los alumnos.
Para finalizar, solo queda destacar una vez más la importancia que tiene en un colegio de Educación Especial la figura del terapeuta ocupacional, y su trabajo en pro del bienestar del alumno y su familia. Por ello, ¡Feliz Día de la Terapia Ocupacional para todos!