“Nadie está incapacitado para acoger el amor De Dios. Sin vosotros, la Iglesia no es Iglesia. La Iglesia de Madrid os necesita. Nuestro deseo es eliminar cualquier obstáculo que dificulte que podáis sentiros miembros de esta iglesia. No se trata solo de cuidaros, sino de poder participar plenamente en la Iglesia”. Estas palabras de D. Vicente Martín Muñoz en la celebración del Jubileo de la Esperanza para el Colegio María Corredentora hablando de una Iglesia para todos en la que las personas con discapacidad puedan participar plenamente llenaron el corazón de todos los presentes este sábado en la Catedral de la Almudena.
Allí se congregaron alumnos, familias y profesionales del Colegio para celebrar el Año Jubilar de Esperanza, y rendir homenaje a las hermanas de Nuestra Señora de la Compasión, entidad titular del centro, a quien D. Vicente felicitó por ser «trasmisoras del amor de Dios, atendiendo siempre a los más vulnerables». Este homenaje se produce a pocos días de su aniversario, fue el 1 de noviembre de 1817 cuando el Padre Mauricio Garrigou y la hermana Juana María Desclaux fundaban la Congregación.
La participación en el Jubileo se engendró en una visita pastoral
Hace algo menos de un año D. Vicente Martín Muñoz realizó una visita pastoral al Colegio María Corredentora. Allí tuvo la oportunidad de recorrer sus instalaciones y conocer a sus profesionales y alumnos, incluso fue invitado por uno de ellos a rezar un Padre Nuestro.
Fue en esta visita cuando D. Vicente invitó al colegio a participar del Jubileo de la Esperanza. Una participación que se hacía real este sábado 25 de octubre. La eucaristía comenzaba con dos alumnos del colegio, Diana y Pablo, acompañando al obispo auxiliar y a sus concelebrantes en la procesión de entrada, llevando con ellos el símbolo de la Compasión y un cuadro en el que las imágenes del Jubileo de la Esperanza y la Compasión se daban la mano.
La mis estuvo llena de momentos muy especiales, como la lectura por parte de Blanca Arregui, representante de la Entidad Titular, del texto de los Hechos de los Apóstoles (Hch 4, 32-35) donde se hace referencia al lema de la Compasión, «Un solo corazón y una sola alma». Junto a ella, María de la Bella, coordinadora de Pastoral, catequistas, profesionales, y familias del centro participaron en las diferentes lecturas y poniendo voz a las peticiones.
Además, toda la eucaristía estuvo amenizada por las canciones de coro del Colegio María Corredentora, con las voces de Inés Reina y Patricia Melado, las guitarras de Belén Jiménez, Virginia del Hierro y Toñi Cámara, María González de Canales a la percusión y Paqui Gutiérrez, Arancha Peñalver, Ester Navarro e Irene García de las Heras como segundas voces.
La Misa terminaba con la entonación por todos los presentes del Himno de la Compasión, tras lo que alumnos y familias, subían al altar para hacerse una foto de familia y entregar unos presentes a D. Vicente. Una jornada que todos los que forman parte del Colegio María Corredentora recordarán por siempre.



