Llenos de alegría y con nuestro equipaje cargado de buenos momentos, hemos llegado al final de este viaje. El curso se acaba y toca recordar y celebrar que juntos hemos formado un gran equipo durante todos estos meses. Recordar el trabajo realizado con los compañeros en clase, las horas de juegos en el patio, el esfuerzo sumado en Educación Física y Piscina, las canciones que Charo nos ha enseñado en música y las actividades que hemos aprendido en Informática.
En unas pocas semanas, llegará el ansiado descanso, pero antes hemos querido reunirnos de nuevo en la capilla para dar las gracias por todo lo aprendido, y desearos a todos un feliz verano. Además, la misa de fin de curso de este año ha sido muy especial, porque hemos tenido la suerte de, además, celebrar la Primera Comunión de dos alumnos que no pudieron estar con nosotros en mayo.
Por todo ello, hemos vivido una jornada muy alegre con la emoción de compartir este día tan importante para nuestros alumnos y sus familias en el que se ha vuelto a hacer patente que la Eucaristía es el alimento para amar. Y es que el amor estaba presente en cada mirada, en cada gesto de los padres a sus hijos, y de ellos a sus familias, catequistas y compañeros. Ojalá este día de fiesta sea recordado por todos vosotros con mucho cariño.