Esta semana se despedía la Comunidad de Hermanas de Nuestra Señora de la Compasión que ha vivido en los últimos años en el Colegio María Corredentora. Nos referimos a Josefa, María Jesús y Ana María. Ellas con su legado han sido continuadoras de tantas y tantas hermanas que han pasado por el colegio María Corredentora desde que hace 70 años las Hermanas de Nuestra Señora de la Compasión decidieron poner en marcha este proyecto que tanto ha aportado a la sociedad por su carácter innovador.
A partir de ahora, aunque no las veamos cada día por los pasillos, seguirán estando muy presentes en el centro, gracias a los valores y el carisma compasionista que todos los profesionales del centro seguimos y seguiremos transmitiendo a nuestros alumnos.
Por eso, todos los alumnos y profesores nos unimos en el patio para cantar juntos el himno de la Compasión y darles las gracias por todo lo que hemos vivido junto a ellas estos años, por haber sembrado semillas de Compasión en todos y cada uno de los que formamos parte de esta familia. Ana María y María Jesús Lousane quisieron dedicar unas palabras a alumnos y profesores. Ana María destacó el cariño tan grande y el recuerdo tan especial que se lleva de cada uno de nosotros, mientras que María Jesús aclaró «nos vamos, pero no del todo, porque aunque no lo veamos estamos todos en buenas manos, y hoy os llevamos en nuestro corazón».
Ahora empieza una nueva etapa en la que Ana María, Josefa y María Jesús darán todo su cariño a otras personas e iluminarán con su sonrisa llena de luz otros lugares, y por eso queremos pensar en este día como en un «hasta pronto», porque seguirán muy presente en el colegio y en la vida de todos los que formamos parte de él.
Desde aquí solo nos queda una vez más agradecerles todo su cariño, su dedicación, su esfuerzo, su saber hacer, y decirles que se van llenas, llenas de amor, el de toda la familia del Colegio María Corredentora.