El Colegio de Educación Especial María Corredentora apuesta por una educación personalizada centrada en las necesidades de cada uno de los más de trescientos alumnos con los que cuenta el centro.
Para ello, además de la labor y el saber hacer de los profesionales del colegio que, tras una evaluación inicial, conocen el proceso de aprendizaje en el que se encuentran cada uno de sus alumnos, el centro apuesta por recursos y materiales personalizados.
Metodología propia para la lectoescritura
Uno de estos materiales son los libros de Lectoescritura, basados en una metodología propia en la que paso a paso se va reforzando el aprendizaje a través de la repetición y la asociación.
Se trata del Método Pipe, creado hace una más de una década gracias a la experiencia de 70 años que tiene el Colegio María Corredentora en la Educación de alumnos con necesidades especiales.
Este método está conformado por dos cartillas de preescritura que se centran en la grafomotricidad, cinco cartillas de escritura que van de menor a mayor dificultad y en la que se trabajan los distintos trazos de forma progresiva y secuenciada. Junto a ellas, nueve cartillas de lectura, cuatro cuentos protagonizados por el propio Pipe, y tres libros de lectura comprensiva.
Estas cartillas se trabajan en el aula de forma individualizada, de forma que en un mismo grupo clase pueden existir alumnos que utilicen distintas cartillas.
Cada paso adelante se valorará de forma individual cuando el alumno lo haya interiorizado. Para facilitar la adquisición de las grafías y los fonemas, el tutor utiliza sistemas de comunicación aumentativos, como signos que se realizarán a la vez que verbalmente repetimos el fonema.
Lectura Global
Los niños con discapacidad intelectual tienen mejor desarrollada la percepción visual que la auditiva, por lo que pueden presentar dificultades en el aprendizaje fonético.
En estos casos, desde el Colegio se opta por la Lectura Global, metodología que busca la percepción global de la palabra acompañando esta de una fotografía o pictograma que refiera su significado.
De esta forma, se potencia la atención al llegar la información por el canal visual. Una vez que se haya conseguido el reconocimiento de la palabra completa, se trabajará paso a paso, el reconocimiento de los diferentes grupos silábicos, hasta llegar siempre que sea posible a la consolidación de la lectura.
Ambas metodologías pueden tener continuidad en casa. En el caso del «Método Pipe», utilizando como herramienta las propias cartillas, y en el caso de la Lectura Global a través de aplicaciones móviles como «Yo también Leo».