El juego es una necesidad innata y natural que nos acompaña en todas las etapas de la vida y, de una manera muy especial, en la infancia, ya que forma parte del desarrollo integral de los niños, especialmente con niños que presentan dificultades para el aprendizaje del lenguaje.
A través del juego estimulamos acciones, reflexiones y formas de expresión tanto verbales como no verbales. El día a día nos brinda muchas oportunidades y herramientas para que las familias se conviertan en modelos para sus hijos.
Por ello, en el Colegio de Educación Especial María Corredentora, les animamos a utilizar el juego como una estrategia para desarrollar y alcanzar el lenguaje y la comunicación.
De esta forma, la estimulación será mucho más efectiva, ya que nos centramos en el disfrute y la diversión. Dicho de otra forma, si partimos de la motivación, podremos construir aprendizajes mucho más significativos.
Pautas para niños con dificultades en la adquisición del lenguaje
Antes de abordar las fases del juego, queremos desde el colegio hacer una pequeña reflexión y puntualización que como familias y educadores debemos tener en cuenta:
- Cada niño es único: No os dejéis llevar solo por la edad cronológica, o por sus dificultades en el aprendizaje del lenguaje. Hhay que atender también otros factores que influyen directamente en el juego, como son sus gustos, sus preferencias y sus intereses.
- No te asustes si tu hijo no participa de un tipo de juego en concreto, o presenta una mayor dificultad en el aprendizaje del lenguaje. Puede necesitar nuestra intervención para imitarnos o decidirse a participar. También es posible que todavía no haya llegado su momento de interés.
- Aunque, en ocasiones, no percibáis una participación muy activa por parte de vuestros hijos, la observación y el compartir un espacio de juego en común puede favorecer la adquisición de habilidades en el desarrollo del lenguaje.
- Cuidad siempre los prerrequisitos y conductas previas al lenguaje: Mantener un buen contacto ocular con vuestro hijo, posicionaros a su misma altura, respetar los tiempos de espera y repuesta que tengan en cada momento, aprender a guardar silencio para que él pueda expresarse y tratar siempre de mantener turnos de diálogo. Así se supera alguna dificultad en el aprendizaje del lenguaje.
- Adapta a través de diferentes estrategias los juegos para que podáis participar todos.
- Cuantos más momentos de juego compartas con tus hijos y le des más posibilidades de observarle le des, más probable es que el desarrollo de tu hijo sea más completo.
3 Fases que experimentan nuestros hijos en el juego
1. Fase de exploración sensorial y del movimiento: El niño explora el entorno que lo rodea a través de sus sentidos. Suelen ser juegos de repetición en los que se busca el placer de las sensaciones que le provocan la acción (busca desplazamientos, golpea objetos, imita sencillos gestos,) Este juego puede realizarse con el propio cuerpo, con objetos o con otras personas. En ocasiones, es necesario ofrecer diferentes registros y alternativas como ejemplo, ya que muchas veces necesita de un modelo para realizarlas.
Os animamos a acompañar siempre el juego con verbalizaciones, sonidos y onomatopeyas, puesto que, junto al movimiento, fomentará mucho más su repetición (verbalizar “pom-pom-pom” mientras golpeó dos cubos, repetir “pi-pi-pi” mientras me toco la nariz, asociar vocales a animales “Iiiiiiii” mientras muevo un caballo, “eeeeeee” mientras muevo al elefante…”, “cucu” mientras me tapo o escondo…)
2. Fase simbólica, de roles y simulación de rutinas: En esta fase, el niño empieza a simular situaciones, objetos, imita personas que no siempre están presentes. Vamos a “hacer como si…” Exponer al niño a estas situaciones favorecerá la comprensión del entorno, aprenderá comportamientos y superará la dificultad en el aprendizaje del lenguaje y la comunicación. Aquí podemos recomendar juegos sencillos de acciones cotidianas con objetos, como llamar por teléfono, dar de comer, curar, ayudar a vestir, peinar, limpiar un objeto.
Empezaremos haciéndolo nosotros, como modelo, y posteriormente cambiamos el rol, dejando que sea él quien tome la iniciativa, y fomentando la imitación. Partiendo de esta idea, iremos ampliando el contenido y la complejidad de los mismos “hacer como si fuera la profe, un médico, un cantante…”.
A través de estos juegos conseguiremos ampliar el vocabulario, realizar asociaciones lógicas, provocar habilidades de comunicación, expresar emociones, etc.
3. Fase de reglas, donde se aprecia una maduración del lenguaje y uso de habilidades pragmáticas: Implica una serie de reglas que los participantes deben conocer antes de jugar. A través de este tipo de juego fomentamos, entre otras cosas, la socialización, la cooperación en pequeño grupo, y con ello el lenguaje más elaborado.
En definitiva, el juego ayuda a estimular la aparición del lenguaje y la comunicación. Las primeras conductas comunicativas y habilidades del lenguaje aparecerán durante el juego.
Cuidemos siempre aspectos facilitadores como el contacto ocular, el control postural y el uso de gestos, prestando especial atención al lenguaje verbal y no verbal, que ayudan a comprender y animan a expresar. Busca la reciprocidad e interpreta poniendo palabras a las expresiones que vayan surgiendo.
No tengáis prisa, dale tiempo, iremos de manera progresiva, con sonidos, producciones, nombrando objetos, acciones, añadiendo cualidades y, finalmente elaborando frases.
Finalmente, os animamos desde el Colegio María Corredentora, a todas las familias a implicarse en el juego de una manera más consciente, mejorando además el vínculo y la manera de interactuar y comunicaros con vuestros hijos.