En los primeros días del año, somos muchos los que escribimos una lista de propósitos que realizar en los doce meses que tenemos por delante; el cambio de año ejerce en muchos ese deseo de cambio, de mejora, nos motiva para alcanzar lo que en otras ocasiones nos cuesta conseguir.
La motivación, como fuerza que nos impulsa y nos ayuda a mejorar, es fundamental en la experiencia educativa, y en el Colegio de Educación Especial María Corredentora es una herramienta muy presente en nuestra metodología, en la que trabajamos de forma coordinada con nuestras familias para conseguir siempre el resultado más favorecedor para nuestros alumnos.
Según la Rae, motivación es el “conjunto de factores internos o externos que determinan en parte las acciones de una persona”. En las personas con discapacidad, la motivación es fundamental en su proceso de enseñanza aprendizaje, les ayuda a ir consiguiendo pequeñas metas y a desear superarse día a día, haciendo que su predisposición para el trabajo diario sea muy positiva.
Aspectos fundamentales para motivar a tus hijos en el aula y en casa
Si queremos trabajar la motivación en el aula, un paso previo fundamental es conseguir su confianza; lograr que crean en nosotros como profesores y profesoras. Para ello, nosotros tenemos que ser los primeros en creer en ellos, en ver y mostrarles sus fortalezas, sus capacidades, su saber hacer. Si nosotros realmente creemos que pueden hacerlo, conseguiremos transmitirles esta confianza para que ellos también lo crean.
Un aspecto fundamental para poner en marcha cualquier sistema motivacional en el aula es conectar con los intereses del alumno y adecuar los reforzadores a estos intereses. En el Colegio de Educación Especial María Corredentora, trabajamos de forma muy personalizada, y esta capacidad de individualizar al máximo los contenidos también está presente cuando hablamos de motivación.
Para ello es muy importante que haya una colaboración mano a mano con las familias, ya que ellos, mejor que nadie, saben cuáles son los intereses de nuestros alumnos y eso nos ayuda a que los resultados sean lo más favorables posibles. Por ejemplo, para un alumno funcionará como reforzador una pegatina, mientras que para otro tendrá un resultado más positivo hacer los recados de la clase, o ser el encargado de repartir el material de aula.
3 sistemas motivacionales para niños con discapacidad intelectual
A continuación, vamos a citar algunos sistemas motivacionales que se han utilizado en el Colegio María Corredentora en los últimos años:
- -Carrera de coches:
Los alumnos se convierten en pilotos. Colaborar en clase, respetar las normas, ayudar a sus compañeros, o cuidar su material les hace ganar kilómetros, pero nadie retrocede, no se penaliza. Este sistema nos permite también trabajar la Educación Vial, ya que junto al circuito se situarán dos guardias con sendos semáforos verde y rojo que nos permitirán avanzar cuando cumplimos las normas y nos harán detenernos para reflexionar y pensar cuando alguna acción no está acorde a las normas pactadas.
- –Montaña
: Los alumnos se convierten en alpinistas. Con el trabajo diario, los alumnos alcanzan pequeñas metas que les van encaminando hacia la cima de la montaña. Es un sistema muy visual en el que los alumnos tienen la oportunidad de comprobar de forma muy gráfica sus progresos, y en el que se valora el esfuerzo, el compañerismo, y el trabajo en equipo.
- –Camino de Santiago
: Paso a paso, los alumnos completan el camino. Es una experiencia muy interesante, ya que, en ella, como en el verdadero Camino de Santiago, se fomenta la superación de los propios retos. No importa llegar antes o después, sino que lo importante es participar, vivir la experiencia del camino. Ser responsable, colaborar con los compañeros, respetar los turnos…nos ayudará a ir avanzando en nuestro recorrido hacia Santiago de Compostela. Pero, ¿qué sucede si olvidamos las normas de convivencia? Entonces pararemos en nuestro refugio, donde tendremos la oportunidad de reflexionar, parar y pensar sobre lo sucedido para abordar la siguiente jornada con energía renovada.
Junto a estos sistemas, existen muchas más herramientas de motivación que se pueden emplear en diferentes circunstancias. Por ejemplo, cuando trabajamos con un alumno la preparación para una prueba médica, como una resonancia, acudir al dentista, o pasar una revisión.
3 claves para motivar a los niños con discapacidad intelectual
En definitiva, la motivación está presente en cada día de nuestra vida, y cuando la utilizamos en el aula debemos tener en cuenta tres aspectos fundamentales:
1.- Transmitir confianza al alumno para que él o ella se sienta capaz de lograr la pequeña meta a conseguir.
2.- Conectar con los propios intereses, trabajando de forma individualizada con cada estudiante con el fin de que el refuerzo sea lo más adecuado posible a cada uno de ellos.
3.- No penalizar. Los sistemas motivacionales deben reconocer el esfuerzo y el trabajo realizado, acompañando al alumno para que poco a poco consiga sus logros sin que el sistema motivacional esté presente.